Ingredientes
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7 PatataGrandecitas
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Aceite de olivaPara freir
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Harina de trigoPara rebozar
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4 HuevoPara rebozar
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2 Ajodientes
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1 PanRebanada pequeña
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1 Almendrapuñado
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1/4 Cebolla
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1 Vino blancovasito
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AguaHasta cubrir el puchero
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SalAl gusto
Instrucciones
Uno de esos guisos de las abuelas, en este caso de la mía, que quitan el sentido: Patatas rebozadas
Patatas rebozadas
Esta receta es muy especial. Para hacerla llamé a mi abuela, me presenté en su casa y le dije, ¡vamos a hacer Patatas rebozadas!
En cada sitio se conocen de una forma, me han dicho patatas a lo pobre, patatas a la importancia… ¡Cada uno las conoce de una forma! Aunque creo que cada nombre también lleva un ingrediente o forma de elaboración específica. En este caso, las Patatas rebozadas de mi abuela son muy sencillas pero quedan deliciosas.
Veréis con qué poquito se hace un guiso para la cuesta de enero que quita el sentido. Calentito, económico y disfrutón.
Ya sabéis también que las abuelas calculan bastante a ojo y hacen siempre ‘de más’. Ir a casa de las abuelas es coger un kilo de media jeje. Así que contaros que más o menos calculéis a patata por comensal, patata grande. Y reduzcáis el resto de ingredientes en consonancia. Yo os voy a dejar la receta para 7 (salió bastante y hemos repartido tápers ya que es una comida muy agradecida para hacer el día anterior y comer en la oficina al día siguiente calentándola en el microondas).
Guisos de las abuelas
A mi me encanta recordar y aprender a hacer estos guisos para que no se pierdan en el olvido. Me encanta la cocina actual, moderna y disfrutona, pero los guisos de las abuelas, son especiales. Las tradiciones gastronómicas son cultura, y deberían guardarse en cada casa como oro en paño. ¿Vosotros también rescatáis la recetas de las abuelas? Contádmelo.
Si os gusta la cocina y adoráis a vuestros abuelos, pasad una mañana con ellos cocinando. Es el mejor regalo que podéis hacerles pero, egoistamente para vosotros, también será un gran regalo. Tiempo de calidad en el que te cuentan cuándo comían esos guisos, cómo los hacían antes sin ‘modernidades’ y millones de anécdotas al rededor de los guisos que son maravillosas.
Hoy voy a contaros como prepara mi abuela estas Patatas rebozadas que quitan el sentido. ¡Vamos al lío!
Si queréis su receta de codornices, echadle un vistazo aquí.
Y si queréis su receta de arroz con bacalao, podéis verla aquí.
Pasos
1
Hecho
20
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Rebozar patatasEste proceso dependerá de la cantidad de patatas que hagas. Cuantas más, pues más tiempo, como es lógico. Lo primero es pelarlas, lavarlas y cortarlas en rodajitas de más o menos medio centímetro. También, depende del ancho con el que las cortes, tardarás más o menos en guisarlas. Pero, si las dejas muy muy finas, se te desharán. Una vez hecho esto bate los huevos (es mejor que pongas primero dos y después, y si hace falta, vayas poniendo más, para no tirar nada). Ahora en una sartén con aceite para freír, ves pasándolas vuelta y vuelta, solo para 'sellar' el huevo, ya que después las vamos a cocer. Retíralas directamente en una olla con bastante fondo, y ves colocándolas aplidas estiradítas, nada de apelotonadas. Esto es porque, una vez que pongamos el agua, no las vamos a remover, que si no pierden el rebozado, así que cuánto mejor las coloques ahora, mejor. Cuando ya las tengas todas, nos vamos al siguiente paso. |
2
Hecho
120
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Guisar las patatasAhora, en la sartén donde has frito las patatas, dora los elementos del majao: Almendras, pan, cebolla y ajos. Cuando los tengas tostaditos, sobre todo el pan, lo demás ojo con quemarlo que amarga, ponlo en un mortero. Machácalo bien. El huevo que ha sobrado del rebozado, ponlo también en la sartén haciendo una especie de tortilla, y para el puchero, ¡no se tira na! Durante la cocción, no las remuevas. Solo, de vez en cuando, empuja un poquito las de arriba, suavemente, para que pillen caldo también. Además así podrás ir viendo cómo van. Pero tampoco muchas veces, el guiso se hace solo. Pon el fuego medio alto, hasta que hierva y, cuando comience a hervir, bájalo a fuego muyyyyyy suave. En mi caso al 2 de 9 (para que os hagáis una idea). Nosotras lo tuvimos 2 horas de coccción a fuego lento, pero para comprobar que vuestras patatas ya están hechas, solo tenéis que pincharlas con un tenedor. Cuando estén tiernas a vuestro gusto, será el momento de retirarlas del fuego y zampar, ¡que se enfrían! Tenéis que probarlas, de verdad, huelen que alimentan sin comerlas y comiéndolas te hacen resetear el cuerpo del frío del invierno. ¡A disfrutar! |